La dama negra
Dolores Redondo. Entrevista en Blacklladolid 2023.
Javier Calles-Hourclé
11/9/2023
La edición 2023, dedicada a la literatura y la música, no escatimó en nombres: Megan Maxwell, Iván Ferreiro, Andrés Suárez, Alicia Giménez Bartlett, Javier Vielba, Espido Freire, Marwán, Antonio Muñoz Molina, Miguel Gane, Lorenzo Silva, Rosalén, la propia Dolores Redondo y Luz Casal, como sorpresa fuera de cartelera; para tratar sobre la influencia que la música tiene en la literatura y viceversa. Y, como si esto no fuese razón suficiente para congregar a los amantes de la música y las letras, dieron la puntilla con el concierto Levitants, Siloé y Arizona Baby en plena plaza Mayor durante la última jornada.
Entre las claves del éxito de Blacklladolid, Dolores señala la intimidad del hemiciclo del Castillo de Fuensaldaña, el protagonismo del invitado, la libertad de temas y de formato de charla, porque «cuando tienes el honor de tener sentado en tu escenario a alguien como Pérez-Reverte, Javier Sierra, Julia Navarro o María Dueñas, ¿qué le vas a preguntar?... déjalo hablar. Porque cuando estás escuchándolo, estás aprendiendo» y, finalmente, elegir a los invitados desde el deseo, el respeto y la admiración, «como una carta a los Reyes Magos». Esta metodología no sólo ha sido bien acogida entre el público, sino también entre los escritores y amigos de Blacklladolid que piden repetir o estar presentes al año siguiente, cuando por cuestiones de disponibilidad no han podido hacerlo.
Repasamos algunos de los elementos de su literatura, como las madres, la comida y la lluvia. Esta última, protagonista indiscutible de su último libro, «Esperando el diluvio». Una historia atrapante que trata sobre la búsqueda de un asesino escocés en el Bilbao industrial de 1983, a punto de ser arrasado por las históricas riadas provocadas por la caída de 600 litros de lluvia por metro cuadrado en 24 horas; saldándose con la muerte de 39 personas y pérdidas por más de 200.000 millones de las antiguas pesetas a lo largo de 101 municipios. Y, aunque tal vez los lectores fantaseemos con que los escritores de novela negra puedan ser personajes algo siniestros —como pretende jugar el título de esta entrevista—, lamento desilusionarlos. Dolores transmite una cálida personalidad de madraza, producto del matriarcado vasco y ausentes hombres de mar, que han marcado su vida y su literatura. Donde una discusión o una noticia difícil sucede entorno a una mesa con su mantel y una buena comida.
Finalmente recuerda sus visitas a la Argentina como una multiplicidad de experiencias que abarcan el impacto del cambio de estación, la excelente gastronomía del país y mucho del plano afectivo, por el carácter cariñoso e intenso de los argentinos, en los que ha encontrado amigos a los que añora y espera volver a visitar.
La dama negra parte hacia su castillo y, mientras recojo mis notas, tomo buena nota de que le debo un café.
Artículo publicado en Periódico Nuevo Ático el 9 de noviembre de 2023. Disponible aquí.
Casi un mes y medio más tarde, todavía resuenan los ecos de las guitarras en la plaza Mayor de Valladolid y el murmullo de las palabras en el Castillo de Fuensaldaña. Y es que Valladolid todavía está recuperándose del último Blacklladolid; el certamen de literatura que ha roto todos los esquemas escapando de los márgenes del libro, para volcar escritores, periodistas, criminalistas, policías, magos, enólogos, sommeliers, músicos y un buen chorro de glamour a la coctelera de esta fiesta de la cultura. El año pasado fue con el padre, César Pérez Gellida, y este año ha tocado conversar con la madre de esta extraordinaria criatura llamada Blacklladolid: nada menos que la escritora donostiarra, Dolores Redondo; que, estoica, ha sacrificado un necesario café para darme esta nota minutos antes de dar comienzo a la primera jornada.
Dolores se muestra emocionada con la tercera edición de Blacklladolid y el éxito sostenido desde su lanzamiento en 2021; porque, en cada edición, el público ha respondido positivamente agotando las entradas para asistir a las charlas en pocas horas «y pagando», resalta la escritora. La aclaración vale, porque «en otros países de Europa es normal pagar la entrada de eventos culturales, mientras que en España todavía no lo es». Sin embargo, tuvieron el valor de apostar por ello desde la segunda edición, y el público ha acompañado.